Y la ‘culpa’, es siempre….
¡del 12! /
especiales, como vamos a ver. Está clarísimo, que absolutamente todos los días de cualquier año son únicos e irrepetibles en el tiempo; nunca jamás volverá a haber, p.e., un jueves 14 de Marzo de 2013, ¡por supuesto! Pero es que, además, hay fechas que tienen –para los que nos fijamos en estas insignificancias, repito-, unas características y unos condicionantes muy específicos y curiosos. Y en ellos, en los dos grupitos de cifras que voy a citar como ejemplo de lo que digo, la ‘culpa’ de su singularidad y de su excepcionalidad la tiene… ¡el 12!: sí, el mes 12, Diciembre.
El
primer ejemplo, es el caso del día 12 de Diciembre del año 2012. Si lo
exponemos o lo escribimos de esta manera, 12.12.12, es decir, en tres grupos de
dos dígitos cada uno, siempre mayores que 9 y exactamente iguales, nos daremos
cuenta –a poco que nuestras neuronas no estén ya demasiado perezosas o ‘averiadas’-
que es algo, que es una cifra (los tres grupos de dígitos exactamente iguales),
que no volverá a repetirse, nada menos que hasta el 10.10.10; sí, hasta el día
10 de Octubre, pero… del año ¡2110!; es decir, hasta dentro de… ¡98 años, 9
meses y 29 días! (Tomando como partida del cálculo la fecha indicada). Existieron también, ya saben, p.e., el
10.10.10, el 11.11.11, y el 12.12.12; pero, ¡aquí se
acaba esta bonita sucesión, esta pequeña
‘historia’! Y ¿de quién es la ‘culpa’?, ¡del mes 12, Diciembre!; sencillamente,
porque ya no podrá existir, ¡obviamente!, el 13.13.13, Y habrá que esperar esos
98 años y pico –yo, posiblemente (¡ja, ja!), casi seguro que no lo disfrutaré,
que no lo viviré-, ¿comprenden?, para poder anotar o ‘resumir’ una fecha dada
de esa peculiar manera ¡Curioso!, ¿no les parece? Es decir, que parecen ‘a
priori’ días sencillitos, ‘inocentes’ y normalitos pero, en el fondo y para los ‘curiosos’ como yo, qué duda
cabe que tienen su ‘miga’ y su encanto, y que atesoran…, podríamos decir que
‘una singularidad o excepcionalidad histórica’.
Y
el segundo caso que se me ocurre, es el del día 11 de Diciembre de 2013;
resumido o escrito a nuestra manera, el 11.12.13; es decir tres cifras de dos
dígitos cada una, correlativas, siempre mayores de nueve y aumentando cada una
respecto a la anterior en solo una unidad. Tampoco existirá, ¡claro!, el día 12
del mes 13 del año 2014 (12.13.14); y otra vez, nos topamos con lo mismo y hemos
de ‘culpar’ de ello…, ¡al 12!: al mes 12, Diciembre. Este bonito grupito de
dígitos, si queremos volver a verlo y a vivirlo –muchos de nosotros llegaríamos
‘algo’ enrobinados, anquilosados y achacosos a esa lejana fecha, como a la
anterior, ¡seguro!-, será ya el 10.11.12, es decir el día 10 de Noviembre, pero
de ¡2112!; o sea, dentro de… ¡99 años, 10 meses y 30 días! ¡Qué barbaridad!
Y
hay otros muchos detalles que normalmente pasan desapercibidos, pero que a los
aficionados a estas pequeñas curiosidades y al estudio de estos temas como yo, no
se nos pasan desapercibidas. Por ejemplo, que Febrero y Marzo y Noviembre, de
cualquier año, comienzan siempre en el mismo día de la semana. Que cada día 1
de Enero de cualquier año, comienza un día de la semana más que el mismo día
del año anterior; y 2 días más tarde, si el anterior ha sido bisiesto. O que,
en ciclos de 4 años, se repiten los bisiestos; etc.
Bueno,
y habría tantísimo que hablar de estos bisiestos; y de qué nos dice la epacta; y de ‘la fecha dominical’; y del por
qué de la aparición de la 1ª luna llena del año; y de cómo se calcula lo que
los antiguos denominaban la ‘Fecha de Pascua’ (y que no es otra cosa que el
Domingo de Resurrección); y del por qué del llamado ‘Año Xacobeo’; y del original
y alternante ‘ritmo’ de aparición de las
14 lunas llenas de cada año; y de cómo muchísimas veces el hecho científico o
astronómico de la luna llena sucede, p.e., a las 12 del mediodía o a las 4 de
la tarde, y no necesariamente por la noche….; y ¿qué decir de los llamados ‘errantes’,
de los caprichosos planetas?… Pero, bien, esto lo dejaremos para otra ocasión,
amigas y amigos lectores; porque, ¡bastantes ‘numeritos’ y bastante lio tenemos
ya hoy en la cabeza!, ¿no les parece? (Y ya en tono de broma, ¿han advertido
Vds. el tremendo parecido entre las palabras astronomía y gastronomía?... Pero
solo en esa letra que las diferencia, porque en lo demás… La astronomía, trata
de galaxias, de agujeros negros, de planetas, de estrellas, de asteroides, etc.;
y la gastronomía trata de habichuelas, de garbanzos, de lentejas, de acelgas, de
espinacas…, aunque, bueno, también trata de la ‘sopa de estrellas’).
(Y
bien, estoy pensando que muchísimas personas de las que se hayan ‘atrevido’ a
leer estos breves comentarios, sabrían ya todos estos detalles, todas estas
cosillas que cuento. Pero, en fin, también habrá algunas que no lo sepan,
supongo. Y es para estas últimas, para quienes van destinados estos apuntes. Y
otra cuestión: espero no haberme equivocado ni en mis estimaciones, ni en mis
anotaciones, ni en mis operaciones con la calculadora, aunque es fácil que
alguna cifra me haya ‘bailado’; pero, si así fuese, si me hubiese equivocado, les
agradeceré sinceramente que me lo indiquen para así corregir mis errores).
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Y
para terminar, una bonita, juiciosa y sabia frase: ‘El ayer, es historia; el
mañana, un misterio… El hoy, es un regalo que llamamos presente’
Escrito, el 13 de Dic. De 2013
Rafael Ild. Pérez-Cuadrado de Guzmán
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