sábado, 8 de febrero de 2014

En defensa del derecho a la vida.- /


es la apariencia, la imagen, de un feto cuando su madre ha cumplido ya poco más de 31 semanas de embarazo. Como puede observarse perfectamente en esta foto - tomada de una ‘Ecografía en 4 dimensiones’, hace poco más de 1 mes-, este feto es ya una personita perfectamente constituida y formada, a la espera unicamente –aunque aún habrá de desarrollarse y de madurar algo más, y habrá de fortalecerse- de que se produzca el parto y ‘nazca a la vida’. Aunque…, este feto, que antes fue embrión, y antes blastómero, etc.-, ya nació a la vida –y de hecho ahora, su corazón late rítmicamente, y hasta es capaz de chuparse un dedo (como en la foto)-, y ‘nació’ en el mismo momento en que fue concebido. Ni más ni menos. Todo esto, todo el proceso de la fecundación, de la gestación y el momento del parto son, sencillamente, ¡una auténtica maravilla!

‘La vida humana –son frases de una enciclopedia en Internet-, comienza en el momento exacto de la unión del óvulo y el espermatozoide; es decir, con la fecundación.  Cada gameto lleva en sí la capacidad intrínseca de la vida, y el ser que nacerá está dotado de una mezcla singular de información genética y de experiencia intrauterina, que no se volverá a repetir en ningún otro ser. Por esta razón, cada ser humano es único e irreemplazable, es un participante del ininterrumpido proceso de vivir. El cigoto, expresión unicelular de la persona humana, crece y se desarrolla para convertirse en un ser completo, hombre o mujer, que nace y vive’. 

Y además, en la Constitución española de 1978, en el Artículo 15 –creo recordar- de los ‘Derechos fundamentales’, se habla como algo esencial e incuestionable, de ‘el derecho a la vida’ (‘Consagra, en primer término, los derechos a la vida y a la integridad física y moral del individuo, seguidos de la prohibición de las torturas, penas o tratos inhumanos o degradantes y la abolición de la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra’). Sí, pero…, en el año 2012, se practicaron en España 120.000 abortos; y esta cifra, ha aumentado en unos términos exponenciales Y habrá que preguntarse: ¿es este el ‘derecho a la vida’ que proclama la Constitución?...

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Y, a propósito de todo lo anterior, se me ocurren dos breves comentarios: 1º) La muy ‘original’ Ministra de Igualdad en los anteriores gobiernos socialistas, Bibiana Aido –aquella de la célebre frase de que ‘lo que había en el vientre de una mujer embarazada, era un ser vivo, pero no humano’ (¡!)-, ante una imagen como la que aquí mostramos, ésta ilustrada mujer, ¿sería capaz de afirmar sin ruborizarse que ‘esto’ –lo que se ve en la imagen- no tiene parecido con un ser humano y que …, no sé, más bien parece quizás un león, o un cocodrilo, o tal vez un dinosaurio?... ¡Qué mentes tan preclaras! - Y 2º comentario o reflexión: a las mujeres pro-abortistas; a las que dicen, afirman  y proclaman que son ellas y solo ellas las que deciden qué hacer con ese ser humano -¡si, Bibiana, ¡hu-ma-no!- que llevan en su vientre y qué hacer con sus propios cuerpos (los cuerpos de ellas); a las que se autodenominan ‘progresistas’ (¡menudo progreso! ¡así van la sociedad y  el mundo entero!); a las que vociferan en sus manifestaciones y exigencias, que el aborto es ‘un sagrado derecho’ de la mujer (¿sagrado derecho?, ¡qué solemne barbaridad!); y a las que pregonan, en fin, que la ‘ley pro-abortista’ del también preclaro (¿) presidente socialista Zapatero, representó una ‘conquista social’ sin precedentes gracias a la constante lucha y coraje de las mujeres españolas, y que así nos puso –o puso a España- a la altura de los países europeos más avanzados (¡!) … A todas esas mujeres –algunas de ellas, o muchísimas incluso, tendrán hijos, ¡seguro!-, habría que preguntarles, si matar a un feto –como el que mostramos o más pequeño, mas inmaduro, ¡da lo mismo!-, a un ser inocente y absolutamente indefenso, y matarlo fríamente y sin compasión alguna, ¿no representa acaso –al menos, para la inmensa mayoría de los habitantes del planeta- una auténtica y deprimente  barbarie?..., ¿un degradante y denigrante acto?...
Y todo esto, está meridianamente claro que no es una cuestión relacionada única y exclusivamente con la religiosidad de un país o nación, ni con las creencias religiosas de cada uno en particular, ni con las ‘libertades’ que haya en los diferentes países, no. El aborto es algo que va mucho más allá, porque es algo como muy personal, y que incumbe a cada madre en especial, a su persona, a su intimidad y a su conciencia y que, desde un punto de vista puramente humano, representa –para mí al menos- una absoluta falta de sensibilidad y de principios éticos y morales, y una increíble atrocidad.
Es cierto, que España es ahora una nación que se autodenomina ‘aconfesional’ –aunque en ella, sean mayoría los católicos-; pero, ¿acaso esta…, llamémosla  singularidad, otorga tácita y legalmente (¡!) el derecho a matar personas impunemente?... Y alguna ‘progresista’ podría argumentar, ‘como ahora es legal –en los supuestos que se especifican-, pues yo…, mato a mi hijo’. Es algo así como, si porque fuese ‘legal’ ahorcarse, muchas personas se apresurasen a… colgarse de una cuerda.






Y decir por último, que es cuando menos extraño y sorprendente, que algunos grupos, plataformas o asociaciones –como p.e. ‘Greenpeace’-, que tantas energías consumen y tan denodadamente luchan por lograr que se maten menos ballenas, o delfines, o águilas reales, o atunes rojos, etc., no se preocupen en absoluto ni se comprometan, en una lucha que sería sin duda mucho más bonita y más noble: conseguir, que hubiese menos abortos en el mundo, que se matasen menos niños, ¿no les parece, amigas y amigos lectores?

Bien, pues si a alguien he molestado u ofendido con algo de lo dicho en estos breves comentarios, decirles que lo lamento. Pero esta es mi opinión. Y en España, de momento al menos, todos los ‘ciudadanos’ –como gusta decir ahora- tenemos el derecho a ‘la libre expresión’ ¿No es cierto esto? Luego, cada una, cada uno, que haga lo que le venga en gana; ¡y allá cada cual con su conciencia! 

                                        Rafael Ild. Pérez-Cuadrado de Guzmán
                                                         X06.Feb.2014

 

 

 

 

 

 

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