jueves, 17 de marzo de 2011

La tantas veces indecisa e ineficaz ONU.-  /


    Recordemos que, a principios de la 2ª quincena de Febrero, se iniciaron las primeras manifestaciones y protestas en Libia, en contra del autoritario régimen de Muamar el Gaddafi; se pedía más libertad y más igualdad, y un progresivo pero decidido camino hacia la democracia. Estas manifestaciones y protestas –parecidas a las habidas en Egipto hace pocas semanas, que supusieron la caída del presidente Hosnie Mubarak y de su gobierno-, se extendieron rapidamente, en Trípoli, la capital ,y sobre todo por las regiones  orientales del país, tradicionalmente hostiles a Gaddafi. Y pareció en un principio, que la rebelión iba a tener éxito (como lo había tenido en el vecino Egipto), ya que los rebeldes, bien organizados, se habían adueñado ya de varias ciudades y del importantísimo y neurálgico puerto petrolífero de Ras Lanuf, e incluso se encontraban ya a pocos kilómetros de Trípoli; pero Gaddafi, aunque acosado así por los rebeldes , y vituperado y condenado por la comunidad internacional por hacer caso omiso a las lógicas peticiones de su pueblo y negarse al diálogo, así como por la dureza de su represión -con una mas que flagrante violación de los derechos humanos, al disparar sus tropas contra civiles indefensos y desarmados-, puso en marcha su imponente maquinaria bélica, y comenzó una extrema y aún mas brutal represión, en la que no faltaron ni el fuego de los carros de combate, ni el de sus navíos de guerra, ni los indiscriminados bombardeos de la aviación a la población civil.


    Comenzaron entonces las críticas de las grandes potencias extranjeras (EE.UU., Rusia, UE, China, etc.) y de los organismos internacionales (ONU, OTAN, etc.), condenando esta brutal y desproporcionada represión; y desde un principio, se habló tanto de aislar al dictador Gaddafi –negándole incluso asilo político en ningún país- y apoyar decididamente la revuelta, como de posibles acciones militares sobre el suelo libio –desembarco de tropas, bombardeos, etc.-, así como de la posible creación de un ‘espacio de exclusión aérea’, con objeto de que la aviación leal al dictador no pudiese bombardear más a su propio pueblo. Pero, todo se quedó en reuniones, en intercambio de opiniones, en palabras, en condenas y en amenazas; y... nadie ‘movió ficha’.

    Y Gaddafi y sus leales, crecidos, recrudecieron su ofensiva contra los rebeldes. Y poco a poco han ido tomando ciudades o poblados como Misratah, Surt, Ajdabiya, etc., en poder de los rebeldes, hasta apoderarse nuevamente del importantísimo y estratégico Ras Lanuf y de Brega, y llegando ya a acorralar -cuando escribimos estas lineas-  a las ya muy debilitadas tropas rebeldes –infinitamente inferiores en armamento y en logística- en su último bastión: Benghazi, la 2ª ciudad más importante de Libia, situada en el Golfo de Sidra, y una de las más orientales, cerca ya de la frontera con Egipto.

    Y el tiempo ha ido pasando. Pero, a pesar de conocer y de reconocer todas estas circunstancias,
de saber que el pueblo libio está siendo masacrado por la artillería pesada y por los aviones de Gaddafi, y de que varios gobiernos europeos –creo recordar que, al menos, el Reino Unido, Francia e Italia- se han apresurado a reconocer como interlocutor válido al CNTL (‘Consejo Nacional Transitorio Libio’), y a pesar igualmente de los reiterados, angustiosos y desesperados mensajes del portavoz de este, Nejla al Mangush, diciendo claramente a la comunidad internacional, ‘¿A qué están esperando Vds. para actuar?’... ‘Si no intervienen ya, ¡va a haber una auténtica carnicería con miles de muertos!’…, la ONU, que tiene además el inestimable apoyo de la Liga Árabe, después de muchos días de abierta guerra y de quizás miles de muertos (al no haber periodistas ni reporteros extranjeros en Libia, el número de víctimas y las noticias en general son en extremo confusas y escasas, proviniendo casi todas de 'Al Arabiya', la cadena estatal de televisión, que ofrece siempre unas 'amables' imágenes del conflicto armado), sigue pensándoselo… Los 15 miembros del Consejo de Seguridad continúan con sus deliberaciones y sus negociaciones con objeto de someter a votación el establecimiento de la llamada ‘zona de exclusión aérea’. Y tal vez mañana –cuando escribo estas líneas, son las 23 horas del día jueves 17 de Marzo-, se llegue, ¡al fin!, a un acuerdo definitivo. sobre dicha ¡zona de exclusión', e incluso quizás se de luz verde a una posible intervención militar. Pero..., ¡a buena hora!

    Porque, para entonces, es previsible -esto es lo que anuncian las últimas noticias- que Gaddafi haya lanzado su ofensiva final y que Benghazi, asediada y bombardeada de nuevo, desde tierra, mar y aire, haya caído ya en manos de las tropas gubernamentales, habiendo provocado esta última y definitiva batalla quizás cientos o miles de muertos más, ¡otra añadida masacre a esta incontrolada guerra fratricida!… ¿Qué importancia tendrá entonces el establecimiento de la tan aireada y tan cacareada ‘zona de exclusión aérea’?... Nos imaginamos al coronel Muamar el Gaddafi, en su suntuoso palacio de la capital Trípoli, feliz de su éxito y de su victoria, y… ¡riéndose a carcajadas del mundo entero!
    Aunque, claro, es de suponer que esto no acabará aquí. Y que el actual lider libio, el dictador Gaddafi, será -mas tarde o mas temprano- capturado y llevado ante los tribunales; y tendrá que acatar y cumplir la pena que la justicia internacional le imponga por sus evidentes atrocidades.

                                                                                                            Escrito por Raffaello
                                                                                                                       J17.03.2011
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                                                                                     Esto, el Viernes 18. Lo que se presumía. Pero..., un poco ya 'a toro pasado', ¿no?. Aunque, parece que Gaddafi ha ordenado un alto el fuego momentáneo ¿Será verdad?

2 comentarios:

© José A. Socorro-Noray dijo...

Excelente artículo que invita a la reflexión. ¿Realmente sirve la ONU tal y como está constituida en la actualidad? ¿Es legal continuar manteniendo el status quo de la II Guerra Mundial?

Sin duda, es cierto que Muamar al-Gadafi luchó por la liberación de su país bajo el paraguas del socialismo panárabe inspirado en la doctrina de Nasser. Aquel Coronel Gadafi, que llevó la Revolución Verde a un pueblo sumido en la más estricta pobreza y analfabetismo, se ha vuelto loco y sanguinario, se ha convertido en este ser esperpéntico y patético que se enroca en su propia estirpe, como si fuera una nueva dinastía; es el mismo Gadafi, que manda a sus secuaces asesinos a entrar casa por casa "para acabar con las ratas", según sus propias palabras, y al que no le ha temblado el pulso para ordenar el bombardeo de la población, el mismo que ha logrado sacar del país millones de dólares para ponerlos a buen recaudo en caso de necesidad. Este Gadafi es el mismo terrorista del caso Lockerbie, es el mismo que hasta hace unos meses departía y brindaba con los políticos occidentales.

No sé por qué, pero soy demasiado incrédulo para creer que las "grandes naciones" se han puesto de acuerdo para echar a Gadafi, pensando sólo y exclusivamente en la población libia. ¿No será la necesidad de salvaguardar los pozos petrolíferos lo que les ha movido a llevar a cabo esta acción bélica? ¿Por qué no se interviene en Siria o en Yemen?


Un abrazo.

My dijo...

Desde luego, de ambos (papá y noray) aprendo siempre y cada día más.

Qué lástima que todo esto sea 'nuestra realidad'... ¿no tenemos bastante en el mundo con las desgracias y catástrofes naturales como para subir al cielo tantas almas por esta loca ambición de poder,..?

Te abrazo papi.