Evanescente

La eutanasia... 'disfrazada' o  'caramelizada'.-/ 

Lo que nos temíamos –y de ello, habíamos dejado fehaciente constancia en el articulito titulado ‘Ley del aborto, o… ley anti-vida’ (que pueden leer en este mismo ‘blog’)-, lleva camino de convertirse en realidad; y, además, antes de lo que pensábamos, en solo unos meses.

Hoy, el vicepresidente del gobierno español, da el avance de que se promulgará una ley para legalizar y justificar ‘una muerte digna’, que irá en beneficio –dicen ellos- de moribundos, de familiares y ¡de médicos! (La verdad; no entendemos esto). Lo cual, podemos adelantar –sin mucho temor a equivocarnos-, que es la disposición previa, la antesala, el preludio de… autorizar y justificar la eutanasia ¡Casi nada!

Lo presentíamos, porque, a los que gobiernan España, ‘se les ve el plumero’ a distancia y fácilmente. No hace falta ser precisamente un Einstein, ni tan siquiera un lince, para saber que, después de la ley ‘anti-vida’ -que supone, unos 12.000 fetos ajusticiados cada año (y les remito a Vds. a otro articulito mío titulado ‘Otros mundos’, en este mismo 'blog')-, vendría ahora esta de la eutanasia, disfrazada o ‘edulcorada’, o 'caramelizada' (que es la palabra de moda entre los 'restauradores') eso sí, como de ‘muerte digna’. Y así ha sido, ¡desgraciadamente!

Aquí, se actúa pues, ‘a golpe de ley’ –como consecuencia, claro, de la nefasta mayoría parlamentaria, y de los llamados ‘acuerdos puntuales’-; y cuestiones tan importantísimas, tan trascendentes y a la vez tan delicadas, como pueden ser el aborto y/o la eutanasia, no se someten a un plebiscito público a nivel nacional –que sería lo deseable y lo justo-, sino que se aprueban de sopetón, alegremente y, por supuesto, sin ni siquiera el consenso de todos los partidos políticos ¡Lamentabilísimo, sí! Y, por cierto, ¿se parece en algo este estado de cosas a... una dictadura?

Y es que, por otra parte, se habla de una nación multicultural en donde, en teoría –en una nación o ‘país’ (como gustan de llamar muchísimos), que se autodenomina como aconfesional-, hay libertad religiosa. Pero lo cierto es, que esto es muy relativo, porque se tiene infinitamente más tolerancia y mas prebendas p.e. con los musulmanes que con los católicos ¡Vivir para ver!

En fin, que ‘con la que está cayendo’, y sumidos en una muy profunda crisis económica –que, por cierto, parece no preocupar demasiado a los gobernantes-, para ‘distraer’ a la ciudadanía, ‘se sacan de la manga’, como auténticos prestidigitadores, leyes que no viene a cuento, pero que, poquito a poco, de una forma sistemática, y siempre en la misma dirección y con igual maliciosa tendencia, insidiosamente, van dañando, van socavando, van machacando –o eso pretenden estos ilusos- los valores morales y espirituales de tantísimos sufridos españoles, que, por supuesto, ni 'comulgan' con las 'maneras' de gobernar y de actuar de estas gentes, ni tampoco -¡faltaría mas!- con sus 'progresistas' (?) ideas ni con su falta de moral.

Y todos hablan de la crisis económica, si; pero, ¿y la crisis espiritual o religiosa?...  España, hace no demasiados años, era denominada como ‘la reserva moral de Occidente’; pero ahora, ¿qué somos? ¿cómo podría denominársenos?... Cuando, hace solo unos días, nos visitó SS. Benedicto XVI, ya se habló en ‘los medios’, de que este llegaba a ‘la España menos católica de toda la historia’. Y por si fuese poco, nuestro Jefe de Gobierno, no tuvo el detalle ni de recibir al Papa -que, al fin y al cabo ( y aunque nuestro Jefe de Gobierno no sea católico), es también un Jefe de Estado-, ni tan siquiera, en un acto de pura educación, de acercarse a saludarlo en todo el tiempo que el pontífice permaneció entre nosotros, en un clarísimo desprecio a la Iglesia Católica. ¿Hubiese actuado con igual grosería, si los que hubiesen venido en visita oficial, hubiesen sido, p.e., sus 'amigos' Hugo Chavez o Evo Morales?... ¡Segurísimo que no! Hubiese estado ¡'acarameladísimo' con ellos! Pero es que, ¡así de 'original' -por no emplear otros calificativos- es nuestro Presidente!

Y de paso, dejemos constancia de dos hechos acaecidos en los muy recientes últimos días. 1º Creo recordar que fue el ‘Día de todos los Santos’ (el 1 de Noviembre), que los Benedictinos del ‘Valle de los Caídos’ –cerca de Madrid, en la imagen, el precioso 'Valle de los Caídos'-, se vieron obligados a decir la tradicional misa de ese día tan señalado para los católicos, en la inmensa explanada exterior de la basílica, ante miles de personas desplazadas hasta allí y…a la intemperie, ¡lloviendo y a cero grados!; en la ‘tele’, se podía contemplar un tupido mar de paraguas y… las caras de frío y de cansancio de los fieles (algunos de ellos, muy mayores y en silla de ruedas). Y 2º Es este el primer año, en el que los simpatizantes del General Franco (antiguo Jefe del Estado) –que ‘haberlos ‘haylos’; ¡y muchos!-, no han podido celebrar la acostumbrada misa como recuerdo y homenaje en el aniversario de su muerte (20 de Nov.). Y ambos hechos son así, como consecuencia de que la citada basílica del ‘Valle de los Caídos’ (en Cuelgamuros, Madrid; en donde se encuentra la tumba de Franco, entre otras muchas), ha sido clausurada –por no se sabe qué oscuras razones ni hasta cuando- por decisión gubernamental ¡Y es esta, la libertad religiosa que tenemos en España!

Ciertamente, son momentos –al menos en España-, son tiempos, de incertidumbre, de preocupación, de zozobra…; tiempos en los que, en todo el mundo civilizado se nos 'observa' con lupa... Nada hay seguro; bueno, sí: tal vez lo único seguro sea el rabioso, implacable y sistemático anticlericalismo y anticristianismo, que es ya como una obsesión para el Gobierno y para algunos partidos políticos. Y aunque hay múltiples e importantísimos problemas, tanto a nivel nacional como internacional –por citar algunos: las asombrosas e increíbles cifras del paro (4 millones y medio, superando amplisimamente a todos los países de Europa); la tremenda y muy alarmnte crisis económica, que nos ahoga a casi todos (a ‘casi’; porque he leído, que hay parlamentarios que cobran un ‘sueldito’ de ¡240.000 € al año!); la creciente tensión con nuestra vecina y 'amiga' (?) Marruecos; el terrorismo que sigue azotándonos, sin que se vea la 'luz' y la solución a este problemón; la galopante delincuencia (aquí ‘disfrutamos’ de variopintas mafias: de rumanos, de colombianos, de rusos, de albanokosovares, etc., y también de españoles, claro); la imposición, en algunas Comunidades, de ciertas lenguas -que no son la castellana- en la educación infantil; la falta del llamado diálogo social, para intentar crear puestos de trabajo; la bajísima estimación a nivel financiero de España, y la tremenda deuda exterior y los altísimos intereses que España ha de pagar por ello; etc., etc-, a pesar de todo ello -deciamos-, que es a solucionarlo eficazmente a lo que debería poner, ¡y urgentemente!, ‘manos a la obra’ el Gobierno, pues no, resulta que la prioridad mas inmediata –según la prensa-, es… la eutanasia (o, dicho suavemente, ‘edulcoradamente’, ‘la muerte digna’).

    De la eutanasia, se podría decir, tal vez, que es la aprobación del derecho a matar, la legitimación del delito. Así de claro.

¡Increíble!, ¿no es cierto? Y es que, vamos estando ya –o así lo parece-, en ¡un país de locos!

Desde luego, esta España –y lo digo, aludiendo a lo del mundialmente famoso y conocido ‘slogan’-, ¡sí que es… ‘diferente’!

                                                                                      Escrito por Raffaello

                                                                                             D21.Nov.2010

    Y dos lineas más. Acabo de enterarme -anoche, 22 de Nov., en la cadena de televisión española 'Intereconomía'-, que se está pensando -pero, conociéndolos, es posible que ya lo tengan decidido-, nada menos que... ¡en dinamitar y demoler la inmensa y preciosa cruz del 'Valle de los Caídos'! Francamente, si se lleva a cabo esta ruin idea, sería algo ¡monstruoso! ¡tremendo! ¡bochornoso! ¡lamentabilísimo!... ¡Una profunda y dolorosísima  herida en los corazones de todos los católicos españoles!  Se pretende -parece ser- borrar la historia de un determinado signo político; pero, lo que ignoran quizás estas insensibles personas, es que la historia permanece siempre ahí, inamovible, invariable: con o sin símbolos externos y visibles, con o sin sentimentalismos, pero ¡inamovible! Y una pregunta: ante hechos tan vandálicos como sin duda sería el de la demolición de la preciosa cruz, ¿qué podemos hacer 'los españolitos de a pié?...