lunes, 28 de septiembre de 2015

¿La quieren de verdad?...  /

    Es tremenda y agobiante, la crisis humanitaria provocada en Europa por esas decenas de miles de inmigrantes y/o refugiados que, jugándose casi siempre la vida y luego de un terrible, penosísimo y dramático viaje –en lo que yo llamaba en otro comentario, ‘las tres travesías’ (que eran, en esencia, el desierto, el Mediterráneo y Europa)-, llegan, ‘gracias’ a las mafias, constantemente y ya en verdaderas avalanchas humanas a países como Italia, Grecia, España, Turquía, etc.; y que llegan a estos países, agotados, hambrientos, sedientos, harapientos a veces, a veces absolutamente desorientados y aturdidos…, con el sueño y con la esperanza de alcanzar –después de atravesar Croacia, Serbia, Macedonia, Hungría, Austria…- ese ‘dorado’ y anhelado Norte de Europa (Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Noruega…), la llamada Europa ‘de los países ricos’…
Llegan, generalmente, huyendo de las guerras en sus respectivos países de origen; llegan huyendo de múltiples crueldades y atrocidades; y llegan, queriendo dejar atrás la incertidumbre, el miedo y la miseria… Llegan muchos subsaharianos, sí; pero llegan también de países como Pakistán, Siria, Afganistán, Egipto, Libia, etc. De Siria, en donde, p.e., ya ni se sabe cuántas facciones luchan entre sí: leales al gobierno de Al Assad, opositores a este gobierno del dictador, mercenarios procedentes de grupos terroristas, los yihadistas del ‘EI’ (Estado Islámico)… Aquí ya ni se sabe quiénes son ‘los buenos’ y quiénes ‘los malos’. Lo único que se sabe es, que cada día hay cientos, miles de nuevas víctimas, inocentes casi siempre.
Pero…, como consecuencia de esta llegada masiva, de esta avalancha de personas, comienza ya a haber problemas en diversos países europeos: así, hay ya países que se niegan a acoger el ’cupo’ que la UE les asigna; otros, que han entrado en serias disputas territoriales (como Croacia y Serbia), por motivos fronterizos; Hungría, que se ha apresurado a levantar altas vallas de espino en todas las posibles entradas a su territorio; el Reino Unido, que ha reforzado poderosamente la presencia policial y la vigilancia en Calais (Francia), en combinación con la gendarmería francesa, para que no ‘se cuelen’ los emigrantes en el ‘eurotunel’ -que une bajo las aguas del estrecho a Francia y a Inglaterra- y puedan así alcanzar, generalmente camuflados o escondidos en los camiones que circulan por ese túnel, el territorio británico…; y en general, en todos los albergues preparados en los distintos países para acoger a estos emigrantes, las autoridades confiesan que están totalmente desbordados y que ya no pueden acoger a más de ellos. En fin, que esto comienza a ser un tremendo problema, y un motivo de disputas…; y comienza a ser un pequeño caos, con peligro incluso para la integridad de la Unión Europea, y para las buenas relaciones entre los países miembros. Y la cosa, no ha hecho más que empezar.
Yo, modestamente, en un articulito publicado en mi ‘blog’, ya advertía de, p.e., la tragedia de Siria, pidiendo que los organismos internacionales, a las grandes potencias mundiales que actuaran ¡ya!, ‘parando’ urgentemente esa guerra, esa masacre protagonizada principalmente por el dictador Bachar al Assad. En aquellos momentos –hace unos 4 años, creo recordar- se llevaban ya contabilizados en ese país y debido a esa guerra, unos 20.000 muertos. Ahora, parece ser que se llevan contabilizados más de 240.000 muertos. Y la historia continúa (Lo que ocurre, claro, es que yo soy como una insignificante hormiga –o, tal vez ni eso-, al lado de tantos inteligentísimos y poderosísimos políticos, gobernantes y ‘negociantes’; y mi débil y pequeña voz, es… como ‘la voz que clama en el desierto’ ¿Quién va a escucharme a mí?...).
 Y es que –opino yo-, más que ‘poner el grito en el cielo’ por esta auténtica avalancha humana, que está casi invadiendo Europa –con todos los conflictos que comentábamos antes-, habría que ir a la raíz del problema, acabando de una vez por todas con esas interminables guerras, ayudando económicamente a los países más pobres, enseñándoles a optimizar sus recursos mediante la enseñanza de regímenes económicos, de temas jurídicos, de enfrentarse a las bandas terroristas, etc. Eso, naturalmente conllevaría unos ingentes gastos, además de una notable organización –por parte de Naciones Unidas, de la Unión Europea, etc.-; pero…,¿es que no va a salir infinitamente más costoso el dar acogida a tantos cientos de miles de emigrantes?... Porque a todos ellos, claro, hay que buscarles cobijo –y no precisamente en precarias tiendas de campaña-, darles de comer, encontrarles un trabajo, enseñar un idioma, integrarlos en una sociedad… Se podría decir, que la política exterior de las grandes potencias, falla lamentablemente. Y que mucha palabrería, pero… Ya lo acaba de denunciar el Papa Francisco en el foro de Naciones Unidas: ‘menos palabras, y más acción’
Pero es que, por otra parte, ¿se quiere de verdad, se desea y se trabaja con ahínco para ello, para buscar y para conseguir esa paz?... Hablábamos de Siria –y es solo uno entre los muchos conflictos armados que asolan el
mundo-, en guerra ya más de cuatro años. Y resulta que Rusia, provee de armas al régimen del dictador Al Assad, mientras que la UE., lo hace con los rebeldes opositores a ese régimen (¡Oh!, los pingües beneficios del negocio de armas!)… ¿Es esto, realmente, querer ‘parar’ la guerra?... Y además, parece no importar demasiado a nadie, esa terrible cifra de 240.000 muertos; y de un país arrasado, que habrá que reconstruir (Entonces, claro, se pedirá al ‘mundo mundial, la cooperación internacional. Como pasó –por otros motivos- en Haití, ¿recuerdan? Pero, ¿cómo está Haití actualmente, después de tantos años?...).
Y por otra parte, además de los posibles conflictos que podrían producirse en Europa, no es descabellado pensar –aunque tal vez resulte enormemente inoportuno expresarlo así, y decirlo en estos momentos-, que entre esa ingente cantidad de emigrantes y/o refugiados que arriban a Europa desde tantos países diferentes y con culturas y creencias religiosas bien dispares , habrá sí, arquitectos, ingenieros, abogados, médicos, profesores, entrenadores de fútbol, directores de orquesta, etc. , etc., además de buenísima gente aunque no tengan oficio ni beneficio, pero…, ¿no existe igualmente la posibilidad de que, mezclados entre ellos, ‘ingresen’ en Europa ladrones, asesinos, terroristas…? Creo que habría que pensar en esta posibilidad; y que, en consecuencia, de alguna manera, habría que ‘tamizar’ la entrada masiva de estos inmigrantes, para no encontrarnos ‘mañana’ con desagradables sorpresas.
Y ciñéndonos ya exclusivamente a España, es muy bonito y muy caritativo acoger a 80 o a 100.000 inmigrantes (no recuerdo ahora cuál es nuestro ‘cupo’ de acogida); y prestarles auxilio; y darles cobijo y comida; y enseñarles la lengua española; y buscarles un trabajo y proporcionarles o asignarles una cantidad de euros, como una ‘paga’, para que puedan subsistir…, porque son todos muy buenos, e inocentes, y no tienen la culpa de nada. Todo estupendísimo, sí. Pero, no deberíamos olvidar que en España hay 4 millones de parados; y que el 48% de las familias españolas, llegan con muchas dificultades a final de mes; y…, que seguimos en crisis (aunque el Presidente del Gobierno diga lo contrario).
En fin, son solo opiniones mías. Y así he tratado de expresarlas. Espero y deseo, no haber molestado a nadie.

                               Rafael Ild. Pérez-Cuadrado de Guzmán

                                                         L28.Sep.2015

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