Evanescente

 El caso de Marta.- /

    Si yo fuese el juez encargado de este caso, al hipócrita e infame individuo llamado Miguel Carcaño, asesino confeso de la pobre e infortunada chiquilla Marta del Castillo –ocurrido en Enero de 2009-, por el tremendo dolor y sufrimiento ocasionado a los padres de Marta desde aquel increíble y horrendo crimen; y por las estudiadas y sucesivas mentiras dadas a

la Policía Judicial sobre el lugar donde se encuentra –enterrado 
o escondido- el cuerpo de la chiquilla; y además, por la cantidad de cientos de millones de euros ya invertidos en la infructuosa búsqueda de la fallecida –en el rio Guadalquivir, en ‘La Majaloba’ (en ‘La rinconada’ (Sevilla), en la escombrera de Camas (Sevilla), de nuevo ahora en ‘La Majaloba’, etc.).-, y por haber tenido en jaque, con sus 8 versiones diferentes del repugnante crimen y con sus numerosos ‘cuentos’ sobre el paradero de la chiquilla, a cientos de personas, de especialistas en estos temas, abogados y jueces, Guardia Civil, Policía Judicial, etc. –de todos los cuales, se ha reído descaradamente-, y que han tenido que servirse de sofisticados métodos y sistemas (buceadores, excavadoras, el famoso georadar, etc.) durante tantísimo tiempo, etc…. Si yo fuese el que ha de imponerle la pena –decía-, sin esperar a encontrar el cuerpo de Marta, a este inhumano ser, además de los 21 años de cárcel que le impusieron y que ya ha comenzado a cumplir (y que se quedarán –como nos tienen acostumbrados a ver, ¡con asombro! ¡qué generosa es la Justicia con 'los malos'!, -, en tan solo 8 o 10 años, por las consabidas medidas de gracia, las ‘propinas’ penitenciarias, las ‘redenciones de pena’ por

buena conducta carcelaria, etc.), le metería, ¡ya mismo!, 20 o 30 años más de cárcel; y además, le haría pagar la totalidad de los gastos ocasionados en esos interminables y estériles días de intensísima, muy difícil y muy meritoria búsqueda del cuerpo de la jovencita
. Y es que, todo lo relacionado con este asunto –salvo, claro, ¡el tremendo dolor y la constante y lógica incertidumbre y desesperación de los padres de Marta!-, ya ‘asquea’ un tanto. Y porque todo ello, más que una especie de 'circo' –propiciado por el calculador, contumaz mentiroso, e imperturbable nene, el tal Carcaño, con su increible frialdad-, más que una gran farsa, es ya ¡una auténtica tomadura de pelo! Y así, ¡está burlándose de media España! ¿No les parece a Vds., amigas y amigos lectores?... 

                                                           Rafael Ild. Pérez-Cuadrado de Guzmán
                                                                                        Escrito, el X02.Jul.2014