viernes, 8 de octubre de 2010

12 de Octubre - La Virgen del Pilar - 'Día de la Raza', en Hispanoamérica. Y en España, también, 'Dia de la Hispanidad'.

Hispanoamericanos:  nuestros hermanos del otro lado del Atlántico.- Escuche, al final de este relato, 2 bellísimas canciones tituladas ambas 'América' ¡Le gustarán!  /

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    Entre la Edad de Piedra y la Postmodernidad, aquí se encuentran, desafiando al tiempo, las grandes civilizaciones prehispánicas que maravillaron a los colonizadores: las misteriosas pirámides, las laberínticas ciudades, los templos, fortalezas y caminos de mayas, incas, aztecas, toltecas, tiahuanacos, chimús, chibchas y tantos otros pueblos que, desconectados de todos los demás centros de cultura de su tiempo, fueron capaces de crear muy refinadas formas de organización social y un arte y una arquitectura que figuran entre las más altas expresiones de la creatividad humana.
    Pero para un español, no hay probablemente nada tan emocionante como encontrar aquí, tan lejos, intacta, a la España que llegó a estas tierras con Colón, Pizarro, o Jiménez de Quesada, que echó raíces y transformó este mundo de manera irreversible a la vez que este mundo la transformaba también –a España- de la cabeza a los pies y en lo más hondo de las entrañas.
    En centenares de pueblos y ciudades de Hispanoamérica, los trescientos años de vida en común están aún en pie, transmutados en templos, palacios, plazas y murallas, donde el pasado es aún presente y donde conquistadores y conquistados se confundieron en uno solo. Y lo están también, y para siempre, en el encabritado y sabroso español que aquí se habla y escribe, en el que la tradición se mezcla con la más libérrima espontaneidad.
    Continente de las esperanzas siempre postergadas, de las maravillas y el horror, antiguo y sin acabar nunca de nacer, así como en él todas las épocas históricas coexisten, también todas las razas del mundo parecen haber llegado a mezclarse en su suelo, impregnando sus usos y sus mitos, su música y sus ritos, y dejando una impronta en su psicología, sus audacias artísticas y sus locuras políticas. América latina es, también, encrucijada y personificación del mundo entero.
    Por eso en esta tierra que hace quinientos años, gracias a España, articuló su destino al de los otros continentes y -sobre todo- al de la Europa y el Occidente que en ella renacieron, nadie se siente extranjero.
    La conmemoración del descubrimiento ha de hacerse día a día. No con festejos ni celebraciones, sino como ese otro descubrimiento de las cosas que, por tenerlas y sentirlas en común, nos unen. En 1492, al tiempo que España descubría América, América descubría España, y, en consecuencia, a Europa. La mar que nos separa fue también la que un día nos unió. Que ahora, embarcados todos en la aventura del buen entendimiento, sigan soplando vientos favorables.
    Henchidas de entusiasmo y esperanza las velas, vamos a seguir navegando por ese espacio común que la mar nos propició. Nos sigue quedando una larga historia común por recorrer. Un mar de grandes aventuras para surcar hermanados, unidos.
    Hoy, el rey Don Juan Carlos I, sucesor de los Reyes Católicos -que hicieron posible el encuentro entre España e Hispanoamérica-, muestra siempre su cariño hacia los "hermanos del otro lado del Atlántico" en las cumbres y discursos navideños. Con las palabras de nuestro Rey nos identificamos la mayoría de los españoles, que sentimos un cariño especial hacia las tierras que antaño formaron un glorioso Imperio, y en las que hoy aún -¡gracias a Dios!- permanecen lazos de amistad, de cariño y de respeto.

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    ‘Hispanoamérica, las tierras, los pueblos, en los que nadie del mundo entero aquí se siente extranjero’.

    He leído mucho sobre Hispanoamérica; y esta reseña o artículito –que he ‘trasladado’ a mi ‘blog’- me ha gustado especialmente porque está muy bien escrito, es breve, es ecuánime y –en mi opinión- expresa perfectamente el sentir de los españoles.
    Aquí, en Cartagena (Murcia, España), donde resido, hay una muy numerosa colonia de hispanoamericanos, concretamente ecuatorianos, que son todos ellos –conocemos a muchos y tenemos referencias de otros tantos- personas muy educadas, trabajadoras, responsables y amables, por lo cual se han ganado el cariño y el respeto de todos nosotros, los cartageneros y españoles.
    Hace unos meses, y con motivo de la boda de una chica y un chico ecuatorianos, fuimos invitados a la celebración. Había allí –en La Aljorra, un pueblito muy cercano a Cartagena- unos 50 o 60 ecuatorianos; y como españoles invitados, solo mi mujer y yo y una amiga nuestra. Fue todo muy alegre y bonito, con los ritos o costumbres típicos de Ecuador; y me alegra y me complace decir, que nos trataron con mucha deferencia, cariño y amabilidad, encontrándonos en todo momento, entre ellos, en un clima de total cordialidad, amistad y camaradería, algo que agradecimos profundamente. (En la imagen primera, Raffaello con Javi, un pequeñín, querido y precioso ecuatoriano nacido en España. Y en la fotografía de la izquierda, dos muy jovencitas y guapísimas ecuatorianas, posiblemente nacidas también en España).
En
    En las fotografías de la derecha y de más abajo, Javi, el pequeñín ecuatoriano -primera foto de arriba-, a día de hoy (D06.Nov.2011), guapísimo y hecho ya un hombrecito. 
    Hoy, M10.01.2012.- En este día -en el que, por cierto, cumplo 79 añazos-, vinieron a vernos (traidos por sus padres, claro), Javi y su hermanita Sofía. Los dos -ver foto de más abajo- son cariñosísimos y ¡están preciosos!


   
     Pienso, que tal vez pueda seguir existiendo alguna reticencia o recelo por parte de algunos hispanoamericanos hacia España, quizás por las equivocaciones que pudieron cometerse durante la colonización por Cristóbal Colón, Pizarro, Hernán Cortés, etc.. Pero, ¡ha pasado ya muchísimo tiempo de aquello! Y mi humilde opinión, es que deberíamos olvidar… ; y fijarnos y quedarnos solo, con todo aquello en lo que coincidimos más que en lo que pudiésemos discrepar, con todo lo que ahora nos une que, sin duda alguna, es infinitamente superior a aquello que pudo o que pudiese separarnos.
    En la realidad, ya ni siquiera el océano Atlántico nos separa de verdad, puesto que con las modernísimas aeronaves, estamos tan solo a unas horas de encontrarnos ¿No les parece esto maravilloso, queridos amigos de la América Latina? Y además, ¡hablamos todos la misma lengua!
    Ya saben que, recientemente, la ‘Real Academia Española de la Lengua’, ha introducido en su extensísimo diccionario, muchísimos modismos, palabras y frases de Vds., de los países hispano-parlantes de América; con lo cual, evidentemente, hemos enriquecido de manera bien notoria nuestra preciosa lengua, que hablamos mas de 500 millones de personas en todos los lugares de la Tierra.
    Ayer, una gran noticia: La Academia Sueca ,‘concede el mas prestigioso premio y el máximo galardón a la Literatura, al escritor Gabriel García Márquez, por su ingente obra y por su compromiso moral e intelectual’. Y hoy –V08.10.2010-, leo que el recientísimo y flamante Premio Nobel de Literatura, el hispano-peruano García Márquez, ha dicho que ‘el Nobel que me conceden, es también un reconocimiento a la lengua en la que escribo, por su enorme riqueza y complejidad, y un reconocimiento a toda la literatura latino-americana’. Así, pues, ¡enhorabuena a todos los hispano-parlantes!
    Y, nada más. Que sepan, queridos ciudadanos de los muy ricos en cultura y tradiciones, singulares y diversos países que componen Hispanoamérica, que aquí en España son todos Vds. respetados, queridos y admirados.
    Y como se decía más arriba, que ‘embarcados todos en la aventura del buen entendimiento y el mútuo respeto, sigan soplando vientos favorables. Nos sigue quedando, una larga historia por recorrer’.



                                                                          Raffaello
                                                                   V08.10.2010

¡América! - Dos bonitas canciones.


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