martes, 18 de enero de 2011

/ ¿Y si 'jugásemos' todos a lo mismo?.../
En estas breves líneas, queremos significar algunas de las tremendas injusticias que, a día de hoy, vienen produciéndose en España y que, tal vez, algunos ciudadanos aún desconocen. Y sugerir también algunas elementales soluciones (Que deben, o deberían, estar en la mente de todos los políticos ‘normalitos’, ¡naturalmente!).
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Citaremos primero, algunas escandalosas cifras:

Un diputado del Congreso cobra 3.126,52 € al mes de salario base, a lo que hay que añadir 1.823,86 € si el parlamentario no fue elegido por Madrid y 870,56 € si es electo por Madrid. Es decir, que un diputado gallego en el Congreso cobra como mínimo 4.950 €, un sueldo que puede aumentar en función del trabajo que desempeña en la Cámara Baja.

Sus señorías tiene derecho a unos complementos en el caso de que pertenezcan a una mesa –hay 38–, que también varían en función del cargo que ocupa en ellas (presidente, vicepresidente, secretario, etc). También hay complementos en caso de ser portavoz de un grupo parlamentario (1.978 € en gastos de representación y 1.052 € de libre disposición).

Por ejemplo, el complemento del presidente por ser un miembro de mesa es de 3.605,38 € –a distancia 'sideral', claro, del llamado ‘sueldo base’-, a lo que se añaden los gastos de representación (3.915,16 €) y de libre disposición (3.210,08 €).

En total, el presidente de una mesa en el Congreso dispone, entre sueldo base, indemnización y complementos, de 14.727,7 € al mes (si fue elegido por Madrid) y de 15.681 € al mes (si procede de fuera de Madrid) ¿Cuántos años tardaría un trabajador en ganar lo que gana un presidente de mesa en… ¡un mes!?...

Además de todo ello, las dietas de sus señorías, quedan exentas del fisco; en el caso de diputados y senadores, éstas suponen entre el 21% y el 31% de su remuneración total (Y en cuanto al sueldo de los parlamentarios gallegos, 49% del sueldo no se declara).
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Por todo lo expuesto, es fácil llegar a las siguientes conclusiones:

Es indignante, que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996 € (Pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes. Y bastantes más por diferentes motivos que se le pueden agregar).

Es indignante así mismo, que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un médico de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.

E igualmente lo es, que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (Siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).

Y ya es el colmo de las injusticias, que un ciudadano, que un trabajador, tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con 7, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo. E igualmente, que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.

Y, cambiando de tema, ¿cómo explicar que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad -ni cultural, ni intelectual- para ejercer su cargo?... Y, ¿cómo comprender que una persona sirva para ser ministra/o indistintamente de Fomento, de Sanidad, de Asuntos Exteriores, de Cultura, de Interior, de Defensa, etc., etc.?... Ni siquiera suponiendo a estas personas supergenios, con un ‘coeficiente intelectual’ altísimo –tipo Einstein, p.e.-, podría comprenderse esto.
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Para mejorar este caos económico que atenaza a España –y que nos lleva a un posible y lamentable ‘rescate’ de la UE (Unión Europea), como ha sucedido ya con Grecia y con Irlanda y, posiblemente, suceda con Portugal-, en lugar de asaetearnos o freírnos con altísimos impuestos, con bajadas de los salarios y de las pensiones y con notorias subidas de casi todo, podría dedicarse el Gobierno a:

Perseguir implacablemente la vergüenza del fraude fiscal, que en España se sitúa alrededor del 23% del PIB (10 puntos por encima de la media europea; y por el que se pierden miles de millones de €; fraude que, por supuesto, repercute en mayores impuestos para los ciudadanos honestos que, como siempre, son los que ‘pagan el pato’ de los desatinos del Gobierno).

También, debería exigirse, que la Banca devuelva al erario público los miles de millones de euros que el Gobierno les ha dado y que solo han servido para aumentar los beneficios de sus accionistas y directivos, en vez de servir o ser utilizados para facilitar el crédito a las familias y a las empresas; y habría que erradicar las comisiones por los servicios bancarios; y que dejen de cobrar a los españoles más humildes 30.01€, cada vez que su menguada cuenta se queda sin saldo, cosa que ocurre cada 1º de mes cuando les cargan las facturas de colegios, gastos de comunidad, ‘luz’, agua potable, telefonía, multas, diversos impuestos, etc. Y, eso sí, … cuando aún no les han abonado la nómina. (Y las últimas noticias son, que el Gobierno del inefable Zapatero, ante la tremenda déuda de las Cajas, piensa 'inyectarles', otros 30.000 millones de €; a costa, claro, de emitir más déuda pública) ¡De locos!

Así mismo, se debería poner coto de una vez a los desmanes de las empresas de telefonía y de ADSL, que ofrecen los servicios más caros y –eso sí; dicen los que saben de esto- los de peor calidad de toda Europa.

Y por supuesto, sería prioritario eliminar la barbaridad de las subvenciones a los sindicatos mayoritarios: 240.000.000 € (40.000 millones de las antiguas pesetas). ¿Para qué y por qué esta subvención?... ¡Que se subvencionen –como sería lo lógico- a través de sus afiliados! Y así mismo, eliminar las subvenciones a los partidos políticos mayoritarios: 24.000.000 € -PP- (4.000 millones de las antiguas pesetas). Decimos lo mismo: que sean financiados a través de sus afiliados.

Otra incongruencia y otro gasto absurdo, son los traductores en el congreso y en el senado. Cada minuto de traducción nos cuesta 168 €. Esto es ya ¡el colmo! ¿Es que algunas de sus señorías ni saben hablar en la lengua de Cervantes, ni entienden nada en castellano?... Eso, ¡no se lo cree nadie! ¡Menuda tomadura de pelo!

Bueno, y lo más importante y decisivo para salvar el caos económico de España, sería por supuesto tener un único Gobierno central, fuerte y dinámico, que asumiera todas o casi todas las competencias; y… suprimir así el desatino, el despilfarro y el inasumible gasto de las famosas autonomías ¿Qué país puede soportar 17 autonomías diferentes, cada una con su presidente, su vicepresidente, sus asambleas, sus ministros, sus consejeros, sus asesores, sus secretarias, sus amiguetes ‘colocados’, sus coches oficiales, sus televisiones propias, sus cuerpos de policía propios (en algunas comunidades), etc., etc.?...
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(Nota.- Todos los datos de tipo económico, han sido tomados de diversas fuentes y/o de los medios de comunicación).

                                                                                       Raffaello
                                                                                    L17.01.11







































1 comentario:

Anónimo dijo...

Se me agolpan los números en el pecho pero...
interesante entrada, me gustan los números para estos casos, son claros y trasparentes...dando datos concretos hacen caer en la realidad.

Por un lado creo que algunas cosas son ajenas a la política...creo que son partes de un sistema mundial, al que España no es ajeno...el sistema capitalista...como es el tema de las bancas.
Sinceramente creo que son cosas que superan al gobierno y la política, es algo peor...

Por otra parte si, estoy de acuerdo en que "el criterio" con que se reparten las riquezas se debería rever...
Pero esta claro que por merito de sus conciencias no van a cambiar las cosas, lo de siempre
si la gente saliera a tapar las calles para exigir un sistema distinto...
tal vez, otro gallo cantaría.
Pero a la gente le pesa la pereza.


Volviendo, que me ha gustado el post...me gustan los datos claro =)

Un abrazo